Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica en Pediatría

Se define como dolor músculo esquelético crónico y difuso que se caracteriza por dolor en puntos  característicos del cuerpo y que a su vez puede ir acompañado de síntomas que pueden afectar  múltiples partes del organismo. La causa se considera de carácter multifactorial puesto que se han  estudiado múltiples teorías que pudieran estar relacionadas a esta enfermedad tales como alteraciones  del sueño, emocionales, alteración de la percepción del dolor, cuestiones tanto ambientales como  genéticas, por lo que hasta el momento no se tiene identificada una causa exacta de la enfermedad.  

Las manifestaciones más comunes en niños o adolescentes son el dolor músculo esquelético que se  puede manifestar con dolor de las articulaciones, dolor muscular, acompañado además de alteraciones  del sueño que se caracterizan por un sueño no reparador, e insomnio. A su vez también podemos  encontrar la presencia de cefalea (dolor de cabeza) hasta en el 70% de los casos, dolor abdominal  recurrente, y dolor de pecho.  

El diagnóstico de esta enfermedad requiere una valoración y exploración física detallada por médicos  expertos, que a pesar de ser una enfermedad infradiagnosticada, es una de las razones más comunes  de dolor músculo esquelético crónico en la consulta de Reumatología Pediátrica y de Adultos. El  tratamiento debe de ser multidisciplinario,  el apoyo psicológico, así como el manejo del dolor son las bases del tratamiento. El  diagnóstico oportuno o temprano, mejorará la calidad de vida a corto y largo plazo del paciente.  

Bibliografía: Coles et al. Pediatric Rheumatology (2021) 19:22  

El síndrome de fatiga crónica en niños es una enfermedad incapacitante y relativamente común con un  impacto importante en la vida tanto del paciente como de la familia del mismo, que a pesar de afectar la  calidad de vida y el desarrollo psico-social del paciente, tiene una buena respuesta al tratamiento  especializado. La prevalencia según la literatura se encuentra entre 34-41% de los adolescentes,  existiendo dos picos de presentación entre 10 y 19 años, luego hasta los 30 años de edad.  Los factores que se  asocian a esta enfermedad son: el sexo femenino, a mayor edad más comúnmente se presenta en niñas;  factores genéticos, los hijos de madre con esta afección tienen  de 2 a 3 veces más riesgo de  presentar la misma enfermedad;  ésto pudiera ser secundario al impacto familiar que esta enfermedad  genera.  

Clínicamente se caracteriza por fatiga severa que dura al menos 3 meses, acompañado de síntomas  como dolor de cabeza, alteraciones del sueño (dificultad para conciliar sueño profundo) alteraciones  cognitivas (pérdida de la memoria, bajo rendimiento escolar), dolor de garganta, dolor muscular, náusea  y mareos. El síntoma más común es el malestar después de realizar un esfuerzo, motivo por el cual en  múltiples ocasiones se ve afectado el rendimiento escolar, entre otras tareas de la vida cotidiana. En  algunos casos, los pacientes pueden manifestar una fatiga tan importante posterior a realizar actividades simples   como bajar o subir escalones. 

El diagnóstico se realiza así mismo con una historia clínica y exploración física también detallada;  es  importante descartar otras enfermedades orgánicas que estén generando los síntomas  característicos.  Ensayos clínicos sistemáticos han demostrado con evidencia que el tratamiento más  benéfico en estos pacientes es la terapia cognitivo-conductual así como terapia de ejercicio gradual,  acompañado de tratamiento para síntomas asociados; así se mejora la calidad de vida y desarrollo  psicosocial de manera importante y rápida,  posterior al inicio de tratamiento. El  diagnóstico temprano evita complicaciones a largo plazo como trastornos de ansiedad y depresión en el adolescente.  

Bibliografía: Pediatric Health, Medicine and Therapeutics 2018:9 

Día Mundial de la Enfermedad de Chagas

La enfermedad de Chagas o Tripanosomiasis Americana, es una parasitosis causad por el Trypanosoma cruzi. 

Se adquiere por el contacto con las heces de un insecto conocido con el nombre de “Chinche Besucona u Hocicona”, “vinchuca” o “barbeiro”; que se alimenta de sangre humana a traves de su picadura.  También puede contagiarse de madre a hijo (transmisión materno fetal) y por la donación de sangre o trasplante de un órgano desde una persona infectada a una sana.  Es endémica en algunas partes de México, especialmente en zonas rurales donde las casas tienen techos de teja o paja; que favorecen el crecimiento y anidamiento del insecto. 

El parásito ingresa al cuerpo humano a través de la herida que deja la chinche al picar, o por el contacto de las heces de la chince con las mucosas como las conjuntivas. Se introduce en la sangre e ingresa a las células que le son más afines; ahí se replica y va infectando nuevas células en un lento proceso de replicación e invasión de nuevas células del tejido. 

La enfermedad tiene dos fases: 

La fase aguda, inmediata o cercana al momento de la inoculación, cuando el parásito toda transita en la sangre, en que la persona tiene síntomas leves como fiebre, edema de la zona donde se inoculó y dura poco tiempo (semanas a pocos meses). 

Una vez que la fase aguda termina, comienza la llamada fase crónica, que puede durar años y ser totalmente asintomática; pero en el 20 a 30% de los pacientes desarrolla síntomas como arritmias (trastornos del ritmo cardiaco como latidos adicionales y fuera del ritmo normal del corazón) que puede causar síncopes o muerte súbita; dilatación seera del corazón que debilita considerablemente al músculo cardiaco y le impide bombear correctamente la santre y/o dilatación de algunos segmentos intenstinales como el esófgalo o el colon, causando dificultades para comer o evacuar. 

El diagnóstico se hace con pruebas de laboratorio en sangre (en la fase aguda se busca al parásito en la sangre y en la crónica se buscan anticuerpos contra el parásito) y estos estudios deben hacerse siempre que se tenga la sospecha de la enfemedad porque el paciente viva en una zona endémica y/o porque tenga manigestaciones cardiacas o digestivas sugestivas. 

El tratamiento en la fase aguda es rrelativamente simple con antiparasitarios específicos que administran los infectólogos y/o parasitólogos clínicos.  El manejo de la fase crónica es mucho más complejo y requiere el trabajo interdisciplinario de cardiólogos, arritmiólogos, gastroenterólogos e infectólogos. 

https://www.cdc.gov/parasites/chagas/

Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo

El término autismo proviene del griego “autos” que significa yo e “ismos” que significa condición.  Hace algunos años el interés se centraba principalmente en el autismo típico tal como lo describió Leo Kanner, psiquiatra de Viena, Austria que en mi 1943, sostenía  con fuerza su teoría de que el autismo era debido a una forma de ser de padres, fríos,  mecánicos y rígidos.  Ahora se sabe que no es así y que el espectro autista comprende trastornos debidos a disfunciones físicas del cerebro.

¿Qué es el autismo?

Es un trastorno que tiene como común denominador alteraciones neuropsicológicas graves y variadas, cuyas manifestaciones afectan a varios componentes importantes del desarrollo como lo son:

  • Déficit social y de comunicación.
  • Intereses fijos y comportamientos repetitivos.

En México se sabe que la cifra de niños con este padecimiento es de 1 por cada 60 niños, quiere decir que el 1.5% de todos los niños en México tienen autismo. Se encuentra 3 a 5 veces más frecuente en niños, que en niñas, pero cuando ocurre en niñas suelen estar más afectadas y tener historia familiar con alteraciones cognoscitivas. El autismo afecta cualquier status socioeconómico, raza o ideología. 

¿Cuáles son los síntomas principales para sospechar del autismo?

A continuación se enumeran los síntomas que frecuentemente están presentes en niños con esta condición:

  • No tiene lenguaje y si lo tiene presenta alteraciones.
  • Ríe sin motivo.
  • Llanto, pataletas y tristeza sin causa aparente.
  • Parece no escuchar cuando se le habla, como si estuviera sordo.
  • No hace contacto visual.
  • Indica necesidades llevando la mano de otros.
  • Tiene dificultad para relacionarse con otras personas.
  • Aparente insensibilidad al dolor.
  • No siente temor ante peligros reales.
  • Conductas motoras repetitivas.
  • Es muy hiperactivo o demasiado pasivo.
  • Apego inusual a los objetos, como por ejemplo una cobija, un juguete, etcétera.
  • Resistencia a los cambios.
  • Falta de juego imaginativo.

¿Cuál es la causa del espectro autista?

Esta es la gran pregunta y lamentablemente tiene muchas respuestas y ninguna.  A lo largo del tiempo que se conoce este trastorno, se han encontrado innumerables teorías asociadas sobre el origen del autismo, desde culpar a las vacunas, conectarlo con problemas de alimentación (gluten y caseína), intoxicación por metales pesados, complicaciones perinatales, trastornos psiquiátricos de la madre  en la gestación, causas genéticas, ambientales y una larga  lista de posibles culpables, pero la verdad es que a ciencia cierta se DESCONOCE SU CAUSA.

Lo quien bien es cierto es que el trastorno del espectro autista tiene causa multifactorial o al menos eso es lo que se cree.  Existen muchos factores que pueden predisponer a que el niño tenga autismo desde cuestiones medioambientales, que es lo que ha adquirido mayor fuerza en las investigaciones y un porcentaje al factor de origen genético. Existen patologías de origen genético asociadas al autismo como síndrome de Down, síndrome del X frágil, esclerosis tuberosa, entre otras.

¿Cómo se hace el diagnóstico del trastorno del espectro autista?

La sospecha diagnóstica es principalmente observacional,  además de los datos aportados por los padres, los médicos utilizan los criterios diagnósticos de acuerdo  al manual de diagnóstico y estadística  de los trastornos mentales (DSM 5). También se han realizado avances en el diseño de instrumentos como cuestionarios (M-CHAT) o escalas, para tener parámetros más objetivos como por ejemplo la escala observacional para el diagnóstico de autismo, por sus siglas en ingles ADOS (Autism Diagnosis Observational Schedule). Además se puede utilizar otras herramientas diagnósticas para descartar otros padecimientos que se pueden confundir con autismo.

¿Cuál es el tratamiento del niñ@ con trastorno del espectro autista?

El crecimiento en la obtención de conocimientos sobre los trastornos  autistas no ha conducido a ningún método de tratamiento curativo. Cada niño con autismo es distinto, por lo que no hay un tratamiento de elección, este debe ir con base a los signos y síntomas que presente, por lo que es importante acudir con un neurólogo pediatra para que su tratamiento sea guiado e  individualizado de acuerdo a las necesidades específicas.

Las opciones de tratamiento incluyen desde medicamentos, intervenciones psicodinámicas, conductuales, terapias de comunicación (lenguaje), sensoriomotoras., etcétera.

La Maternidad: Un intercambio eterno de regalos

Un bebé es, indudablemente, el regalo más grande y hermoso que se puede recibir.

Desde el momento de su concepción y más aún cuando lo recibes en tus manos, tu vida y mundo se ampliarán de manera indescriptible.

Padre o madre experimentan al recibirlo una gran cantidad de sentimientos encontrados: profunda e intensa alegría, admiración y/o  ternura, asociados a algo de incertidumbre, sensación de sobrecarga de responsabilidades, cansancio y temor de no ser capaz de llevar la responsabilidad de ofrecerle una vida como la que esperas para ella o él.

Nadie podrá describirte estos sentimientos, hasta que los experimentes en ti mism@.  La relación que se establece entre un hijo y sus padres es intensamente personal, única en cada pequeño.  Es un privilegio hacer conciencia y sentir estas enormes sensaciones del espíritu. 

La Academia Americana de Pediatría, en su libro “Complete and Authoritative Guide: Caring for your baby and young child birth to age 5”, nos ofrece una reflexión de cómo la llegada de un bebé a la familia es un grandioso y eterno intercambio de regalos. 

Tu bebé te ofrece, entre muchas otros regalos: 

  • Amor incondicional e imposible de medir, lleno de admiración, afecto, lealtad y deseos de complacerte.  
  • Confianza absoluta; cree ciegamente en tí. Te mira y ve capaz, fuerte y sabi@.
  • La emoción del descubrimiento. Aprenderás con él, descubrirás un mundo diferente al que viviste en tu niñez, alcanzarás experiencias insospechadas y capacidades que no sabías que tenías, crecerás con él y aprenderás de ti mismo, de él y del mundo que a ambos les rodea.
  • Las más altas emociones. A través de tu hij@, experimentarás la alegría, el amor, la emoción y satisfacción más alta que pudieras imaginar.  Claro, también llegarás a tener algo de ansiedad, enojo y frustración. Pero todas esas emociones serán parte de un tesoro que nunca querrás perder.  Las emociones que los hij@s causan, varían con su crecimiento y búsqueda de independencia. Es un reto para los padres aceptarlas, recibirlas y guiar a los hij@s a su realización. 

A cambio, también entre muchas otros regalos, los padres ofrecen: 

  • Amor incondicional.  Es el amor el centro de la relación entre padres e hijos, Un alimento al corazón que debe fluir de ida y vuelta, que hace al padre sentirse pleno y al hijo seguro, capaz y sano. Un amor que requiere valor para definir claramente los límites y corregir con cariño ante sus comportamientos inapropiados o nocivos;  y al mismo tiempo un amor con gran entusiasmo para propiciar su desarrollo personal seguro.
  • Autoestima. Un regalo fundamental que dan los padres a los hijos es la autoestima; respeto y confianza en sí mismo; aceptación personal y en su desarrollo.  Este regalo es muy sutil, se va entregando poco a poco a lo largo de los años.  La sensación de que tú crees en él, logra que él crea en sí mismo.  Amar a los hijos, escucharlos, pasar tiempo con ellos, alabando sus logros.  Sólo si él nota que tu lo amas, admiras  respetas, podrá lograr fortalecer su autoestima y crecerá feliz y emocionalmente sano. 
  • Valores y tradiciones:  Aún cuando los padres intenten no inculcar conscientemente sus valores y tradiciones en sus hijos, ellos l@s aprenderán solos al mirar el ejemplo.   Este es un gran regalo, pero requiere coherencia de tu parte.  Los hijos al crecer cuestionan y se preguntarán algunos valores y tradiciones; es lo normal.  Los padres que tienen estos valores y tradiciones bien razonadas, y las complen con cohencia entre lo que se dice y se hace, comúnmente tienen la capacidad de dialogar con sus hijos, sustentar sus dichos y ejemplos,  y comprender los cuestionamientos naturales de un ser humano en su proceso de formación como persona sana, feliz y realizada.   Nuevamente el respeto mutuo es el eje fundamental del entendimiento. 
  • Alegría de vivir: los hijos habitualmente son felices por sí mismos, pero requieren de sus padres las motivaciones y el soporte para dejar fluir libremente su natural tendencia a la alegría.  Aunque cada pequeño tiene diferente temperamento, todos desarrollan alegría para vivir en la medida que ven a sus padres disfrutar su vida.
  • Buena salud.  La salud de tus hijos depende casi en su totalidad del cuidado que les des y la orientación en sus primeros años. No sólo es la nutrición y las visitas periódicas al pediatra; los hijos aprenden del ejemplo y por lo tanto tu como padre o madre debes tener buenos hábitos de vida.  
  • Un lugar de vida seguro, donde estén cómodos. No sólo ofrecer un espacio, cama, alimento; debe haber un ambiente de relación interpersonal seguro y saludable; donde se consigan armonía, colaboración de todos y por supuesto absoluto respeto. 
  • Habilidades y destrezas.  Todos los niños tienen sus propias habilidades, destrezas y gustos. Está en los padres ayudarles a descubrirlas, estimular su aprendizaje y fomentar su alegría durante el proceso en que las descubren, desarrollan y perfeccionan.

La sociedad actual, se preocupa mucho por los compromisos materiales que implica la paternidad; en realidad, en este intercambio de regalos, lo más importante y lo más fructífero para el desarrollo personal de padres e hijos, se relaciona más con la aceptación y el respeto a uno mismo y a los demás; con el cariño entre todos los miembros de la familia (empezando por supuesto en el cariño entre padre y madre), ; con el tiempo que se comparte y el modo en que se comparte la vida; con una adecuada comunicación de sentimientos, pensamientos e ideas; comunicación que sea  empática, con interés y asertividad.

Si ya recibiste el don de un bebé, disfruta este generoso e interminable intercambio de regalos. 

La epilepsia es una enfermedad muy antigua  y actualmente es una de las principales causas de enfermedad neurológica en el mundo. En nuestro país existen cerca de 2 millones de personas se encuentran afectadas. Como dato curioso la epilepsia proviene del griego epilambanein que significa “ser presa de fuerzas del exterior”.

En nuestros días, la epilepsia se define como una alteración cerebral que puede producir o generar crisis epilépticas y su descontrol puede generar problemas clínicos, psicológicos y sociales. 

¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando se presenta una crisis epiléptica? El cerebro normalmente se comunica mediante sinapsis neuronales, es como una corriente eléctrica. Cuando existe alguna lesión cerebral o simplemente porque la persona es portadora de algún “gen de epilepsia”, el cerebro envía señales anormales que llamamos “descargas cerebrales” que pueden extenderse a todo el cerebro (generalizadas) o solo a un área específica (parciales o focales).

¿Por qué ocurre la epilepsia? La epilepsia es una enfermedad que no respeta geografía, raza, condición social o sexo, se puede presentar en cualquier persona y a cualquier edad. De todas las personas que tienen epilepsia un 30 a 40% se debe a complicaciones del nacimiento por falta de oxigenación, enfermedades infecciosas o parasitarias como la neurocisticercosis, o por secuelas de un golpe muy fuerte en la cabeza, esto solo por poner algunos ejemplos más frecuentes. Otra causa puede ser que la persona heredó un gen  que provocó la enfermedad. Pero incluso hasta un 60 a 70% no se conoce su origen.

¿Cuándo consideremos que una persona es epiléptica? Cuando se presenta al menos dos crisis que no hayan sido provocadas (por ejemplo: por un golpe, neuroinfección o problema metabólico)  en más de 24 horas.

Existen varios tipos de crisis y las manifestaciones son muy variables, desde un simple cambio de comportamiento, pérdida de la consciencia, alteraciones del habla o movimientos que la persona no puede controlar. Después de la crisis las personas pueden experimentar dolor de cabeza, cansancio, debilidad y somnolencia. 

¿Cómo se diagnostica la epilepsia? Lo más importante es acudir con tu médico de primer contacto quien realizará una valoración, te hará varias preguntas para identificar factores de riesgo y saber el tipo de crisis manifestada. Es probable que solicite algunos estudios para complementar el diagnóstico (electroencefalograma, exámenes de laboratorio y estudios de imagen) si el caso lo amerita, ya que cada caso es especial. 

¿Cuál es el tratamiento de la epilepsia? Existen medicamentos antiepilépticos que pueden ayudar para controlar las crisis o reducir su frecuencia. La elección del medicamento depende del tipo de crisis y de las circunstancias en que se encuentra la persona afectada. Es importante que la persona que tiene epilepsia respete al pie de la letra todas las indicaciones de su médico para tener mayor control, como el no olvidar tomar la medicina, hacerlo a sus horas, llevar un calendario donde registre los eventos epilépticos, que duerma y coma bien para tratar de llevar una vida lo más saludable posible, acudir puntualmente a sus citas médicas con su doctor.

¿Qué hago en caso de que alguien de mi familia presente una crisis? 

  1. Lo primero es mantener la calma, suena difícil, pero es la manera en que podemos pensar de manera clara y precisa que es lo que debemos hacer para ayudar. 
  2. Acompaña todo el tiempo a la persona que esté sufriendo la crisis hasta que pase. 
  3. Si es posible coloca a la persona en una superficie plana, coloca su cabeza sobre algo blando para que no se golpee contra el suelo, una chamarra doblada podría ayudar. 
  4. Quita objetos que puedan lastimarle cerca de el/ella y aléjalo de cualquier peligro (agua, escaleras). 
  5. Ponle de lado para que pueda respirar mejor y limpia su saliva o restos de comida de su boca.
  6. Evita introducir objetos a la boca (dedos, abatelenguas, cuchar), ni trates de abrirla, puedes lastimarle o lastimarte tu. 
  7. Desabrocha o afloja su ropa en la parte del cuello. 
  8. Evita detener los movimientos, sujetándolo con fuerza o inmovilizándole, a menos que corra peligro inmediato. 
  9. Evite darle medicamentos o comida, espere a que se encuentre completamente despierto y consciente. 
  10. Cuando termine la crisis ayúdele a orientarse y tome nota de la crisis en su calendario para mantener un registro de cada una de las crisis. 
  11. Si la crisis no cede en 5 minutos, llame a la ambulancia o llévelo a urgencias del hospital más cercano. 

Referencias Bibliográficas:

Shelov, Steven P. editor-in.chief….[et al.], Caring for your baby and young Child. Birth to age 5. American Academy of Pediatrics.  BANTAM BOOKS, USA. 2009. ISBN 978-0-533-38630-1

Epilepsia

La epilepsia es una enfermedad muy antigua  y actualmente es una de las principales causas de enfermedad neurológica en el mundo. En nuestro país existen cerca de 2 millones de personas se encuentran afectadas. Como dato curioso la epilepsia proviene del griego epilambanein que significa “ser presa de fuerzas del exterior”.

En nuestros días, la epilepsia se define como una alteración cerebral que puede producir o generar crisis epilépticas y su descontrol puede generar problemas clínicos, psicológicos y sociales. 

¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando se presenta una crisis epiléptica? El cerebro normalmente se comunica mediante sinapsis neuronales, es como una corriente eléctrica. Cuando existe alguna lesión cerebral o simplemente porque la persona es portadora de algún “gen de epilepsia”, el cerebro envía señales anormales que llamamos “descargas cerebrales” que pueden extenderse a todo el cerebro (generalizadas) o solo a un área específica (parciales o focales).

¿Por qué ocurre la epilepsia? La epilepsia es una enfermedad que no respeta geografía, raza, condición social o sexo, se puede presentar en cualquier persona y a cualquier edad. De todas las personas que tienen epilepsia un 30 a 40% se debe a complicaciones del nacimiento por falta de oxigenación, enfermedades infecciosas o parasitarias como la neurocisticercosis, o por secuelas de un golpe muy fuerte en la cabeza, esto solo por poner algunos ejemplos más frecuentes. Otra causa puede ser que la persona heredó un gen  que provocó la enfermedad. Pero incluso hasta un 60 a 70% no se conoce su origen.

¿Cuándo consideremos que una persona es epiléptica? Cuando se presenta al menos dos crisis que no hayan sido provocadas (por ejemplo: por un golpe, neuroinfección o problema metabólico)  en más de 24 horas.

Existen varios tipos de crisis y las manifestaciones son muy variables, desde un simple cambio de comportamiento, pérdida de la consciencia, alteraciones del habla o movimientos que la persona no puede controlar. Después de la crisis las personas pueden experimentar dolor de cabeza, cansancio, debilidad y somnolencia. 

¿Cómo se diagnostica la epilepsia? Lo más importante es acudir con tu médico de primer contacto quien realizará una valoración, te hará varias preguntas para identificar factores de riesgo y saber el tipo de crisis manifestada. Es probable que solicite algunos estudios para complementar el diagnóstico (electroencefalograma, exámenes de laboratorio y estudios de imagen) si el caso lo amerita, ya que cada caso es especial. 

¿Cuál es el tratamiento de la epilepsia? Existen medicamentos antiepilépticos que pueden ayudar para controlar las crisis o reducir su frecuencia. La elección del medicamento depende del tipo de crisis y de las circunstancias en que se encuentra la persona afectada. Es importante que la persona que tiene epilepsia respete al pie de la letra todas las indicaciones de su médico para tener mayor control, como el no olvidar tomar la medicina, hacerlo a sus horas, llevar un calendario donde registre los eventos epilépticos, que duerma y coma bien para tratar de llevar una vida lo más saludable posible, acudir puntualmente a sus citas médicas con su doctor.

¿Qué hago en caso de que alguien de mi familia presente una crisis? 

  1. Lo primero es mantener la calma, suena difícil, pero es la manera en que podemos pensar de manera clara y precisa que es lo que debemos hacer para ayudar. 
  2. Acompaña todo el tiempo a la persona que esté sufriendo la crisis hasta que pase. 
  3. Si es posible coloca a la persona en una superficie plana, coloca su cabeza sobre algo blando para que no se golpee contra el suelo, una chamarra doblada podría ayudar. 
  4. Quita objetos que puedan lastimarle cerca de el/ella y aléjalo de cualquier peligro (agua, escaleras). 
  5. Ponle de lado para que pueda respirar mejor y limpia su saliva o restos de comida de su boca.
  6. Evita introducir objetos a la boca (dedos, abatelenguas, cuchar), ni trates de abrirla, puedes lastimarle o lastimarte tu. 
  7. Desabrocha o afloja su ropa en la parte del cuello. 
  8. Evita detener los movimientos, sujetándolo con fuerza o inmovilizándole, a menos que corra peligro inmediato. 
  9. Evite darle medicamentos o comida, espere a que se encuentre completamente despierto y consciente. 
  10. Cuando termine la crisis ayúdele a orientarse y tome nota de la crisis en su calendario para mantener un registro de cada una de las crisis. 
  11. Si la crisis no cede en 5 minutos, llame a la ambulancia o llévelo a urgencias del hospital más cercano.

Referencias Bibliográficas:

Barinagarrementeria Aldatz, F., 2018, NEUROLOGÍA ELEMENTAL, Barcelona: Elsevier. 

Fenichel., G., 2010, NEUROLOGIA PEDIATRICA CLÍNICA, Un enfoque por signos y síntomas, Londres: Elsevier Saunders. 

Panayiotopoulos., C., 2007, A clinical guide to epileptic syndromes and their treatment, Berlin: Springer Verlag. 

¿Qué tan frecuentes son las Cardiopatías Congénitas?

Las cardiopatías congénitas son enfermedades del corazón que se adquieren desde antes del nacimiento.  Se estima en México que su frecuencia es de alrededor de 0.8 a 1.2 % de los recién nacidos; sin embargo, en otros países se habla de frecuencias mucho mayores. 

Desafortunadamente en México, hay un mal registro de los pequeños con cardiopatía; por que muchos de ellos no son diagnosticados oportunamente y mueren por complicaciones como neumonías o infecciones graves del recién nacido (sepsis neonatal), cuyas manifestaciones clínicas se confunden con las de las cardiopatías congénitas.  Dicho claramente, carecemos de estadísticas confiables.

Por eso hoy, quisiera comentar con ustedes esta publicación de la revista “Anales de Pediatría” (www.analesdepediatria.org) (Pérez-Lescure Picazo,J., Mosquera González,M.,  Lataza Zamallora, P. y Crespo Marcos, D. Incidencia y Evolución de las Cardiopatías Congénitas en España durante 10 años. (2003 a 2012). An. Pedíatr. (Barc). 2018;89(5):294-301).

Los autores hacen una revisión de los pacientes que han atendido en España e informan de una incidencia las cardiopatías congénitas de hasta 13.2% de los recién nacidos; donde las cardiopatías más frecuentes fueron,  en orden de mayor a menor frecuencia: la comunicación interauricular, la comunicación interventricular, el conducto arterioso permeable, la coartación de aorta, la estenosis pulmonar, la transposición de grandes arterias, el canal atrioventricular y la tetralogía de Fallot. 

Llama la atención que las cardiopatías congénitas graves, las que ponen en riesgo la vida de los pacientes desde los primeros días de vida, tuvieron una distribución geográfica irregular en el país; es decir que hay zonas geográficas en las que estas enfermedades son significativamente más frecuentes que en otras. 

En México sucede algo parecido; y aunque no tenemos registro claro de la incidencia real de las cardiopatías, está claro que la frecuencia y la mortalidad de las cardiopatías congénitas ha ido en aumento y tristemente, se hace evidente que la muerte de los pequeños con cardiopatía congénita, especialmente los que tienen cardiopatía grave, ocurre en los primeros días o meses e vida.  (Torres­Cosme JL, Rolón­Porras C, Aguinaga­Ríos M, Acosta­Granado PM, Reyes­Muñoz E, Murguía­Peniche T (2016) Mortality from Congenital Heart Disease in Mexico: A Problem on the Rise. PLoS ONE 11(3): e0150422. doi:10.1371/journal.pone.0150422). 

Es necesario entonces contar con un sistema de registro confiable de los pequeños enfermos del corazón; con certeza de las causas de muerte que se registran en el país, para documentar claramente la magnitud del problema. 

Es más importante todavía, que la sociedad conozca que existen las cardiopatías congénitas y que sepan que atendidos oportunamente el pronóstico puede mejorar considerablemente.  Hacer que los padres de los niños enfermos del corazón puedan solicitar ayuda a tiempo, para que sus hijos reciban atención oportuna que aumente la posibilidad de resultados exitosos de los tratamientos. 

El 14 de febrero, se celebra el día internacional de los pacientes con cardiopatía congénita.

Difundamos información que informe a la sociedad, para apoyar a los niños con estas enfermedades.

¿ Acaso los niños enferman del corazón ?

Que los niños no se enferman del corazón es una creencia muy difundida en nuestra sociedad; por que lo común,  es que sepamos de adultos enfermos o  que mueren de enfermedades cardíacas, pero los niños expresan poco sus molestias de corazón y no se piensa que puedan tener cardiopatía (enfermedad del corazón), de modo que pasan inadvertidos o mal diagnosticados. 

Las enfermedades del corazón son muy frecuentes, las “malformaciones” o enfermedades congénitas (congénito: que nace con la persona o se adquiere antes de nacer) son las más frecuentes de todas.  Más comunes que las hernias, la criptorquidia (que los testículos no descienden al escroto) o que el labio y paladar hendido. 

Es más, son más frecuentes que el cáncer infantil. Se estima que nace 1 pequeño con enfermedad del corazón por cada 100 recién nacidos vivos (Wiiliams,K.; Carlson, J.; Lo, C. Genetics of congenital heart disease. Biomolecules 2019, 9, 879; doi:103390/biom9120879). 

¿Quién los atiende?

Aquí te explicamos:

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/blindness-and-visual-impairment

Enfermedad Ácido Péptica

La enfermedad ácido péptica (EAP) es un trastorno inflamatorio que se presenta en la mucosa del  estómago o  duodeno,  pudiendo progresar al desarrollo de lesiones erosivas  o  ulcerosas. El término gastritis  es un diagnóstico histológico  por lo  que es necesario obtener una muestra del tejido del  estómago mediante un procedimiento endoscópico para confirmarlo.

¿Qué tan frecuente es la EAP?  En diversos estudios reportan una frecuencia de 4.4 por  10,000 niños y  solo un 3 a 6% se confirma el diagnóstico de Gastritis.

¿Cuál es la causa de EAP? Estas pueden ser diversas como la ingesta de alimentos irritantes o  picantes, medicamentos principalmente desinflamatorios, infección por H. Pylori, alergias alimentarias, ayunos prolongados, estrés, ingesta de cáusticos, ingesta de drogas.  Cuando existe el  desarrollo  de úlceras se presenta en parte distal  del estómago y en duodeno.

¿Cuáles son los síntomas de EAP? La sintomatología puede variar con la edad del paciente, en un bebe se puede manifestar con rechazo a los alimentos, irritabilidad y llanto,  en un niño que ya comunica  la presencia de dolor abdominal en la parte alta del  abdomen pudiéndose presentar en  horas sueño además de náuseas, vómitos y falta de apetito. Cuando  ya existe la presencia de una úlcera se puede presentar sangrado del tubo  digestivo como vómitos  o  evacuaciones con sangre.

¿Cómo se puede hacer el  diagnóstico?  Mediante el  interrogatorio por el cual el paciente, o sus padres, informan al médico de los síntomas principales que le aquejan y que sugieren o apoyan  la enfermedad y se asocian con los datos encontrados en la exploración física;  si quedan dudas diagnósticas se realiza una endoscopia digestiva alta para observar la mucosa del  tubo digestivo alto (esófago hasta duodeno) en busca de lesiones y de la toma de biopsias.

¿Cuál es el tratamiento?

Se dirige a neutralizar la acidez gástrica con: 

  1. Alimentación: evitar alimentos irritantes y/o picantes y evitar ayuno prolongado.
  2. Medicamentos: reduciendo la producción de ácido con diferentes tipos de fármacos existentes y  el  cual se debe individualizar con cada paciente.
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/blindness-and-visual-impairment

ENURESIS: “Mojadas” en la cama

¿Cuándo deberían los padres empezar a preocuparse por las mojadas en la cama?  

Si se le permite al menor decidir cuándo dar cada paso, la mayoría de l@s niñ@s, logran controlar esfínteres durante el día a los tres años de edad. El control diurno parece resultarles más fácil a las niñas (en promedio, lo logran 2.46 meses antes que los niños), a la vez que tienen menos probabilidad de mojarse de noche.  

 ¿Cómo lograr el éxito de noche?

Es importante saber que much@s niñ@s tienen una vejiga inmadura, que les impide el control nocturno; lo mismo sucede cuando el patrón de sueño no está lo suficientemente desarrollado para darles la señal de levantarse de la cama y evitar  “mojarse”. 

En estos casos, la presión de los padres puede agravar los sentimientos de culpa; aunque es un problema que les genere molestia, deben ser pacientes. 

Casa Pediátrica ofrece estas ideas que pueden ser de utilidad:

  1. Por encima de todo, no orinarse de noche debe convertirse en la meta del niño, no en la de los padres, cuya tarea es escuchar los sentimientos del niño y apoyarlo en sus propios esfuerzos por no mojarse.   Para esto ha mostrado utilidad que se coloque un calendario en su habitación, donde el pequeño anote o pegue una pequeña calcomanía (calendario de estrellas) sí logró su objetivo de mantener seca la cama. Cada vez que lologre deberá felicitarle.
  2. Conviene evitar que el niñ@ ingiera mucho líquido antes de acostarse. 
  3. Propongan al niño que aguante la orina un poco más de tiempo durante el día, para tratar de mejorar el control de la vejiga.
  4. Con permiso del niño, pueden despertarlo antes de retirarse a dormir ustedes, invitándolo a ir al baño.
  5. Aunque el baño esté cerca, comprar “una bacinilla para la noche”, que se mantenga al lado de la cama del niño, que pudiera pintarse con pintura luminosa, podría volverse un símbolo de apoyo de los padres. Entonces, pueden despertarlo para que la use. Esto debe ser hecho en plan de apoyo, y no de presión.
  6. Esfuerzos sutiles para apoyar y tranquilizar al niño y su éxito durante el día, pueden ser útiles para la noche.  Sin embargo, si se llevan al extremo, pueden acabar cohibiéndolo.
  7. Cuando el niño quiera hablar sobre el tema, pueden tranquilizarlo explicando que quizá él tarde un poco más en aprender a despertarse a tiempo, asegurándole que lo va a lograr.  Disipen el mito de que existe una fecha precisa a los 5 ó 6 años, después de la cual ningún niño se orina. La presión social, unida a las expectativas de los padres, es más de lo que el niño pequeño puede manejar.

Si el descontrol de esfínteres se presenta como un retroceso después de unos 6 a 12 meses de que el niño hubiera tenido dominio de sus micciones (a esto se llama enuresis secundaria)  o no logra el control de sus micciones  después de los 7 u 8 años de edad, es necesario acudir al pediatra para descartar problemas en el riñón o la vejiga que causen el problema.

El médico solicitará estudios urinarios que descarten infecciones, diabetes  o alguna alteración neurológica de la vejiga. Finalmente si no se encontrara ninguna razón, pueden emplearse fármacos u hormonas que inhiben levemente la producción de orina durante la noche; pero siempre deben haber sido evaluados por su pediatra previo a la prescripción.

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/blindness-and-visual-impairment

¿Sabías que durante la madrugada del 11 de enero de 1967 la ciudad de México se vistió de blanco?

Se presentó una inusual baja de temperatura que ocasionó que una fuerte nevada  cubriera las calles de la CDMX.

Se registró una temperatura de -40 C y la nieve llegó a presentar un espesor de 5 cm en el centro de la ciudad, pero alcanzó hasta un metro de altura en las zonas de montaña en poblaciones como Topilejo, San Miguel y Santo Tomás Ajusco y el poblado de Parres.

Es un suceso histórico que no se ha vuelto a repetir!

Cada año en temporada de invierno las temperaturas continúan descendiendo en ocasiones de forma abrupta en toda la extensión de nuestro país.

Es importante recordar que durante la temporada de invierno existe una mayor circulación de virus en el medio ambiente y estos cambios bruscos de temperatura incrementan el riesgo de adquirir una infección respiratoria.

En los meses de invierno, las infecciones del sistema respiratorio ocupan una de las principales causas de consulta Pediátrica, constituyendo una causa importante de complicaciones y mortalidad principalmente en niños menores de 5 años, embarazadas y adultos mayores.

En esta temporada de frío hay que subir la guardia y prevenir infecciones!

  1. Evita cambios bruscos de temperatura abrigándote muy bien
  2. No olvides consumir frutas y verduras y mantener una adecuada hidratación
  3. Lavado de manos frecuente y uso de alcohol gel
  4. Evitar exposición al humo de tabaco
  5. Mantener la lactancia materna por lo menos durante los primeros 6 meses de vida
  6. Contar con el esquema de vacunación al corriente acorde a la edad (especial atención a vacuna contra Influenza y neumococo).
  7. Recuerda utilizar el cubrebocas en lugares públicos y mantener una sana distancia en tanto nos encontremos bajo una contingencia sanitaria (como en la que nos encontramos ahora por COVID-19).
  8. No automedicar! Si inicias con síntomas respiratorios, es importante acudir a revisión con tu Pediatra de cabecera.